jueves, 20 de septiembre de 2012

El reloj de fichar, que me quita horas de sueño

Son las 2:30 de la madrugada del domingo (aunque lo he publicado ahora este post ;-) ).

Llevo 3h luchando para dormir y aún con la ayuda de valeriana, búsqueda de postura cómoda y ventana abierta para oxigenar el ambiente… no logro conciliar el sueño, de modo que me he preparado un té “anti-estrés” y he optado por escribir este post en medio de este silencio encantador.

La ansiedad de esta noche es realmente por la culpa de mi empresa. Sí, como oyen, por mi empresa. Me resulta triste decirlo así, pero es cierto. Me siento indignadísima e impotente. Déjame explicarte.

Mi empresa es 100% industrial (como creo que se ve reflejado en algunos otros post míos). De ahí que hay normas que en su momento tenían sentido, pero que hoy en día puedo decir que están ya anticuadas… e incluso que están siendo dañinas. Es el caso del “reloj de fichar”. Hay una excesiva necesidad de control de presencia y gran temor a que los trabajadores “cobren” sin “trabajar” (aunque estar no signifique que estén trabajando, ni que trabajen bien). Vaya manera de confiar ¿no?

Entiendo que debe existir un cierto horario acordado, pero en esta época, donde hablar de la conciliación de la vida laboral y personal y del tele-trabajo está a la orden del día y donde disponemos además de nuevas tecnologías que hacen posible el trabajo colaborativo asíncrono, aferrarse a seguir manteniendo el “reloj de fichar” es realmente… es un “no querer”. Más concretamente, es un “no querer” alterar el orden actual de “café para todos”, de “no querer” asumir la responsabilidad de ser un gestor-mando (ni siquiera un líder) que requiere una mayor necesidad de conocer lo que hacen y deben de hacer sus colaboradores.

En mi organización están considerados buenos trabajadores los que siguen a rajatabla la norma, como defensores de “rigor y disciplina”. Eso sí, conozco personas que no cumplen con sus compromisos, pero eso… como que no cuenta. Y están otros (poquitos)… que independientemente de si hacen un buen trabajo o no, están considerados “molestos” o “rebeldes”.

Llevo años bajo este sistema. Y llevo años tratando de modificarlo.

Parecerá increíble, pero una de las razones por las que opté por cambiar en mi puesto anterior al actual, aunque eso suponía desplazarme 140 km todos los días con el coche (y 300€ que pierdo en peaje de la A8 y en gasoil)… es porque quiero trabajar en un entorno más humano acorde a la actualidad y seguir trabajando en mi empresa, en la que hay muchas cosas que me gustan y en la que creo que en el fondo hay gran potencial de ser una empresa innovadora en todos los aspectos. Con este nuevo puesto, creí que podría aportar un granito de arena a ese cambio que la organización puede darse (y a mi criterio debe) en cuanto al entorno de trabajo.

He tratado de introducir pequeños “mensajes” a los que toman decisiones y a la gente que me rodea… pero aún no he logrado provocar ningún cambio visible. Sé que se requiere persistencia, persistencia y persistencia… :-)

Curiosamente hace un año, nos obligaron a trasladarnos a otro edificio aparte, donde no existía un sistema de fichaje automático (reloj de fichar). Y dado que nuestro trabajo requiere mucha movilidad, comenzamos una época de “sin fichar”. ¿He metido menos horas? …. NO. En absoluto. ¿He trabajo más a gusto sintiéndome libre?... ¡SÍ!

Pero por culpa de un individuo celoso de nuestra situación, en lugar de pensar en “¿cómo conseguir esa modalidad para el resto?”… ha optado por conseguir que nos pongan un reloj. Lo triste es que la voz de un trabajador haya sido más contundente que las personas que toman decisiones finales, los que son poseedores del poder de hacer verdaderos cambios de la normativa. De nuevo, “el café para todos” ha vencido.

Mañana… es el primer día que tengo que fichar. Fichar al entrar (si me paso 1 min de las 9h, me descontarán de la nomina), para ir a comer (de nuevo hay un hora establecida) y para salir. ¿Trabajaré más? … NO. ¿Trabajaré menos?.... De cantidad NO, pero de calidad intuyo que sí. Porque estoy francamente desanimada por este hecho (eso sí, me durará unos días o semanas esta actitud de pataleta infantil… :-D ).

De ahí que este asunto me está robando mi mente y mi sueño, pudiendo estar pensando en el proyecto actual, que habría sido más rentable para la empresa. A mí no me va eso de “es así, qué le vamos a hacer”, que abunda en exceso en nuestra empresa y en nuestra sociedad. Quejarse sí, pero no hacen nada.

Pero reconozco que este asunto me ha dado la energía (eso sí, de ira) suficiente para dar otro paso más… quizá más agresiva, pero es otra acción más que puedo hacer y que está en mi mano. ;-)
Ups… ya son las 3h. Si quiero fichar a la hora, solo tengo 4h de sueño. Horror… ;-O ¡Buenas noches!